Acabamos de llegar y, en efecto, ya es sábado, lo que significa que aún no ha pasado un solo día sin que nos dejemos de ver todo el grupo. Apenas nos ha dado tiempo a echarnos en falta, la verdad, puesto que en las 20 horas que hemos estado "solos" hemos tenido que conocer a nuestras familias, deshacer maletas, cenar y difícilmente poco más hasta que volvimos a caer rendidos entre los brazos de Morfeo.
Sin embargo, ¡quién diría que no tendríamos nada que contarnos! Bien es cierto que las primeras tomas de contacto siempre dan mucho de sí, por lo que nos pasamos un buen rato hablando sobre los integrantes de nuestras familias y sus historias, el "banquete" de bienvenida y nuestra primera noche at home. Y es que esto último, lo de pasar la noche, tiene su aquel, y si no que le pregunten al pobre de Alberto cuántas prendas se puso encima... Y eso que otros dormimos con pantalón corto y a pierna suelta... Misterios de la vida... Pero eso se lo dejamos a él mismo para que nos lo cuente cuando quiera (¿tal vez se dejó la ventana abierta?).
Puesto que la razón de este blog no es sólo la de contarles cómo nos va por estos lares sino que también sea cada uno de los alumnos quien se implique y relate, omitiré muchos detalles e historietas que estarán mejor contadas por sus mismísimos protagonistas. Me limitaré por tanto a esquematizar lo que vino siendo nuestro primer Saturday, aunque no sé si será más corto el resumen o el día en sí, que se nos pasó volando:
Hoy tocaba zoo (no es que esté escrito que la visita al zoo sea lo primero que haya que hacer cuando se va a Irlanda, pero uno también tiene debilidades...) y antes teníamos cosas que hablar y organizar. Ya hicimos el reparto de tarjetas de móvil irlandesas para favorecer la comunicación entre nosotros y nuestras "familias", dimos los primeros toques al balón sobre suelo verde, recibimos una charla junto con el resto de españoles sobre las normas a seguir durante nuestra estancia aquí, y tiramos ligeros para el zoo para recrearnos de las grandezas de la naturaleza, su increíble variedad, y la difícilmente superable exquisita especialización de cada especie en su medio... Thanks must be given to God!